miércoles, 25 de mayo de 2011

FABRICAS DE CULTURAS



"En la época donde el dinero parece tener la voz mas alta, un vecindario orgulloso, da un puño en cima de la mesa para rescatar el antiguo recinto de la fabrica textil FABRA i COAT en el barrio de San Andreu y reconvertirlo en una fabrica de cultura y espacios para la ciudadanía."




Dando un paseo por el barrio de San Andreu en Barcelona, en los alrededores del casco antiguo, hay un recinto que difícilmente pasa desapercibido. Sus dimensiones, su carácter industrial. Es parte de la vida de muchos vecinos, que la recuerdan durante los años de prosperidad, cuando daba trabajo a mas de cuatro mil personas. Recuerda un vecino: " Hasta teníamos una guardería interna, y las madres se turnaban para dar el pecho a sus pequeños, y poder así mantener el trabajo, la fabrica se conocía también como Can Mamella", continuaba orgulloso : "Hoy las personas luchan también para conseguir cosas, que nosotros ya teníamos entonces"...





La fabrica ha sido durante mas de cíen años el centro neurálgico del barrio hasta que en la década de los años setenta empezaron el cierre parcial de las instalaciones y los consecuentes despidos hasta el inevitable cierre definitivo. El recinto, fue comprado por una sociedad que pretendía construir pisos; al acabo de poco de empezar las obras ya se había destruido lo que llamaban el " Ram d' aigua ", donde entonces se hacían las tareas de teñir los tejidos. Como iban las cosas no dejaba tranquilo al vecindario que veía como parte de su vida iba siendo borrada poco a poco. Alguien tenia que hacer algo al respecto, y los primeros en darse cuenta de lo que estaba ocurriendo y en actuar fueron los mismos ex trabajadores.






En el 2005, decididos, consiguieron ser atendidos por Joan Heréu, entonces concejal y Joan Roca, jefe del museo de historia de Barcelona (MUHBA) entre otras entidades. Ese fue el primer paso para que FABRA I COAT fuese incluida en un proyecto de recuperación de antiguos espacios industriales para reconvertirlos en fabricas de culturas, manteniendo así el carácter y estructura original. En el 2005 el ayuntamiento compra a la sociedad RENTA Corporation, los terrenos del recinto, asegurando el futuro del las viejas instalaciones. En el 2006, el plan de renovación del recinto es recogido en el Pla Estrategic de Cultura de Barcelona, cuyo objetivo es potenciar los espacios de ensayo y experimentación en todo tipo de lenguaje artístico, integrados en centros culturales de nueva generación.




Durante mas de tres años se definen los detalles, teniendo en cuenta las propuestas de los vecinos del barrio, los edificios que se mantendrán y el tipo de uso y equipamiento del que cada uno de ellos será provisto. Los ganadores del concurso para la reforma de la fabrica FABRA I COAT, Manuel Ruisánchez y Francesc Bacardit, se encargarán de dar forma a los más de treinta y un mil metros cuadrados del que dispone el recinto. El proyecto tiene como elemento central el edificio principal, donde en las plantas superiores se aprovechará el bosque de columnas de la estructura original, para dar forma a los diferentes ambientes modulares que tendrán a disposición los artistas locales e internacionales, cuya propuesta creativa será previamente evaluada y aprobada por una comisión creada con este fín.




. Las actividades variarán desde música, teatro, artes circenses y proyectos multimedia. La planta principal será el punto de conexión entre la escuela de artes y talleres, con la ciudadanía. Dispondrá de una sala convenciones, cafetería, restaurante y tendrá un aire foyer-lounge. Las demás estructuras contiguas serán restauradas para albergar una guardería, escuelas, pisos para jóvenes, zonas verdes y la sede de la asociación AMICS de la FABRA I COAT fundada por ex trabajadores.





Esta última sigue teniendo un papel fundamental en el proceso de rehabilitación de la fábrica, recuperando fotos, piezas, herramientas y maquinaria que se utilizaban entonces, para su futura exposición en el museo que se abrirá en el mismo recinto. "Misión cumplida" comentaba un ex empleado y socio dels Amics de la Fabra i Coat, "Hemos conseguido nuestro objetivo y somos felices de poder participar activamente en este gran proyecto". En un tiempo, entre dos y cuatros años, FABRA i COAT debería funcionar a pleno rendimiento.Se preserva así la historia, la importancia que tuvieron entonces esos espacios para la sociedad, devolviendo su antigua función a cada uno de ellos, la de CREAR.




“CONSTRUIR EL FUTURO SIN OLVIDAR EL PASADO”

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