Con todas las noticias sobre lo que está ocurriendo con los pepinos españoles, si uno se para y reflexiona un momento se dará cuenta de que esta "historia" no hace otra cosa que repetirse en nuestra sociedad.
Esas pocas personas en el mundo, tan influyentes, que hacen el buen y en la mayoría de casos, el mal tiempo, son capaces mediante especulaciones y "rumores" de por ejemplo, arruinar un sector de la economía de un país o arruinar el país por completo. Al fin y acabo, los platos rotos los pagan siempre los mismos mientras los responsables son besados por la diosa impunidad. Espero que Islandia, que en estos días está juzgando al ex primer ministro por graves negligencias en su mandato, de ejemplo a los demás países del mundo y que sea solo el principio del fin de esa conducta que nos ha llevado al punto en el que estamos.
Por Lino De Vallier
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